Con severos daños amaneció Beirut tras la fuerte explosión de un cargamento de nitrato de amonio de 2 mil 750 toneladas sin custodiar, que se registró el martes y que hasta el momento ha causado más de 100 muertos y cuatro mil heridos.
El Líbano continúa recibiendo innumerables muestras de solidaridad de la comunidad internacional.
En tanto, los hospitales se encuentran hacinados, también con pacientes de coronavirus, cuyos contagios se han disparado en este país en el que se impuso el confinamiento de la población.
Es la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares la que analiza los datos de la gran explosión la cual generará importantes consecuencias económicas puesto que la destrucción del principal puerto del país dificultará el suministro de alimentos en el futuro, lo que se suma a la crisis financiera y a la hiperinflación en el país, que pasa por su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990).