Al menos 33 muertos se registraron en Afganistán, como saldo de una serie de atentados.
El atentado más mortífero tuvo lugar en horas de la madrugada, cerca de la frontera entre Afganistán y Pakistán, cuando un kamikaze hizo estallar su carga explosiva en medio un grupo de manifestantes, a 70 kilómetros de la ciudad de Jalalabad.
Los manifestantes bloqueaban la autopista que une los dos países para protestar contra el nombramiento de un nuevo comisario de policía.
Najibullah Kamawal , director de los servicios de Sanidad de la provincia de Nangarhar, manifestó que un total de 32 cuerpos y 128 personas fueron llevadas a los hospitales.
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