En la República Democrática del Congo, Yemen, el nordeste de Nigeria y Sudán del Sur, millones de vidas corren peligro de hambruna e inseguridad alimentaria generalizada, advierte la ONU.
“Tras sufrir años de conflicto armado y violencia relacionada, la gente de República Democrática del Congo, Yemen, el nordeste de Nigeria y Sudán del Sur afronta de nuevo el fantasma de una mayor inseguridad alimentaria y posiblemente una hambruna”, destacó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en su informe.
Los indicadores clave “empeoran de forma similar” en una serie de países afectados por el conflicto, como Somalia, Burkina Faso y Afganistán.
“La situación varía de país a país, pero se está matando, hiriendo y desplazando a civiles; se destruyen medios de vida, y la disponibilidad y el acceso a alimentos se ve interrumpido, en medio de una creciente fragilidad”, dijo Guterres.
“Al mismo tiempo, las operaciones humanitarias se ven atacadas, demoradas o se les impide prestar una asistencia que salva vidas”.
El jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, dijo en una entrevista que las consecuencias económicas de la pandemia, como cuarentenas, cierres de frontera y restricciones al movimiento han tenido “un gran efecto en la seguridad alimentaria y la productividad agrícola”.