Además del problema sanitario que el sector acuícola enfrenta por el COVID-19, la baja en la demanda de especies marinas y crecimiento de la oferta, ahora se presenta un fenómeno particular como lo son las importaciones, y que son una competencia desleal a la producción local pues entran con menor calidad y menor precio, agravando la situación del sector, señaló Francisco Romellón Herrera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca) delegación Campeche.
-Son 38 mil toneladas las que el Gobierno de México autorizó su importación, y es producto de baja calidad; si no hubiera esa importancia, tendríamos suficiente producción para garantizarle a México la soberanía alimentaria pero al haber una sobre oferta, la demanda baja.
-Esperemos que con la recuperación económica, paulatinamente vayamos recuperando los volúmenes que teníamos acostumbrados a vender para nivelarnos aunque hoy estamos un 35 por ciento debajo de la demanda normal; en México se consumen alrededor de 200 mil toneladas de pescado tilapia y se producen 140 mil aproximadamente, y la demanda ha disminuido en más de una tercera parte.
Romellón Herrera señaló influye que han transcurrido varios meses ya varios meses sin que exista la demanda en hoteles, restaurantes, sin cocktelerías, sin actividad económica y la población solo adquiere lo indispensable para comer en sus casas “toda esa gente que iba a restaurantes, que venía de vacaciones, la rutina de quienes venía a derramar dinero, ya no lo hacen y la demanda ha bajado, el consumo ha bajado”.