Lo que se ve no se juzga; la carretera Campeche –Mérida es altamente peligrosa y está en un estado realmente lamentable, aseguró Víctor del Río R. de la Gala, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), lo que atribuyó a una total corrupción y pidió a las autoridades la aplicación de la ley.
Indicó categórico que esta arteria debió tener una duración “de muchos, muchos, muchos años, no solo tres”, así como el que no es un trabajo hecho por constructores campechanos.
En conferencia de prensa, en la que dio a conocer el programa de cursos de capacitación de la CMIC, denominado “El liderazgo y la calidad total empresarial en obras de infraestructura”, indicó reprueban totalmente que haya alguna empresa que realice un trabajo indebido, o que “por algún acto de corrupción esté mal hecha alguna obra”.
-Hay una situación muy grave, pero nosotros queremos contrarrestar ese tipo de obras con cursos de calidad, concientizando a las empresas que su trabajo debe ser bien hecho, pero también exigirle a las dependencias que ejecutan las obras y que las revisan, que pongan mano dura y no permitan que una obra se haga con mala calidad, para que se sancione a quien se tenga que sancionar.
-Eso es lo correcto y lo que debemos de hacer. Lamentamos mucho, la carretera está en pésimas condiciones y muchos tramos de esas obras se hicieron hace algunos años, los hicieron concursados en México por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, donde empresas que no son de Campeche están en concesiones para hacer ese tipo de trabajo –manifestó.
Afirmó estar totalmente en contra de ese tipo de obras y empresas, se tienen que señalar e insistió en que la autoridad debe tomar cartas en el asunto y recordó el posicionamiento de la Cámara en fechas recientes al caerse una parte del muro del paso a desnivel, en cuyo caso dio los datos necesarios sobre esa obra.
-Ninguna obra puede durar tres años, tiene que durar muchos, muchos, muchos años. En su momento comentamos y sostenemos hoy en día que estamos totalmente en desacuerdo; nuestra obligación, nuestra función es que las obras se hagan bien y eso le transmitimos a las empresas. Quien lo haga mal debe ser castigada, sancionada, expulsada de la Cámara y las autoridades deben sancionarlas, vetarlas y cobrarles las multas correspondientes para que esto no suceda.
Más adelante, en este contexto, sobre un posible acercamiento con las próximas autoridades federales que se encargarán de la realización de obra y se tome en cuenta a constructores locales, comentó los 44 presidentes de las delegaciones ya tuvieron una reunión con Jiménez Espriu y se le entregaron puntos a tratar que como organismo quieren sigan.
-El rector de esa petición fue la cero corrupción, que las obras se concursen de manera justa, que gane quien debe de ganar porque su propuesta es la más conveniente, la más solvente, la que mejor garantice la buena ejecución y que dure. Ese fue el punto que se pidió y en diciembre se fijará una fecha para darle seguimiento a este planteamiento.