Analistas coinciden en que no es inminente una guerra nuclear entre Estados Unidos y Corea del Norte. Pero advierten que la retórica incendiaria de los dos países aumenta los riesgos y en que es necesario que ambos reconozcan que hay que calmar los ánimos.
El ejército norcoreano dijo el miércoles en un comunicado que estaba analizando la posibilidad de usar misiles balísticos en Guam, un territorio estadounidense donde se encuentra la Base Andersen de la Fuerza Aérea. El pronunciamiento llegó un día después de que el presidente estadounidense Donald Trump advirtiese a Corea del Norte que no haga más amenazas, porque se expone a recibir “fuego y furia como el mundo nunca ha visto”.
Lo que dicen expertos de Corea del Sur, China y Estados Unidos, señalan que hay escasas posibilidades de un ataque:
Un ataque norcoreano o una acción preventiva de Estados Unidos son improbables, según John Delury, profesor asociado de estudios del este asiático en la Universidad Yonsei de Seúl. La advertencia a Washington de que sus misiles pueden golpear blancos de la región, no necesariamente como una amenaza de que se viene un ataque.
“Si Corea del Norte planease una taque preventivo a Guam, no lo anunciaría a los cuatro vientos en la prensa norcoreana”.
Un ataque de Estados Unidos a Corea del Norte requeriría el visto bueno de Corea del Sur, que sería seguramente el blanco de medidas de represalias de los norcoreanos.
El experto estadounidense en el tema nuclear Siegfried Hecker, que ha visitado varias veces las instalaciones nucleares norcoreanas, no cree que Corea del Norte esté en condiciones de “envolver en fuego” a Guam, como dijo que podía hacer.