La Organización de las Naciones Unidas pidió excluir la investigación oficial por la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, realizada en 2014, ya que considera que está basada en declaraciones obtenidas bajo tortura.
Consideró que , pide que tales pruebas sean excluidas del caso y apunta a que funcionarios federales habrían sido los autores y encubridores de esas prácticas.
De acuerdo al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas divulgado el jueves, precisa que hay “fuertes elementos de convicción” de que fueron torturados 34 de los 129 procesados por la desaparición de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Los testimonios de muchos de estos detenidos fueron clave para sustentar la versión oficial de los hechos.
Consideró que tras el examen de los expedientes judiciales, las fichas médicas que revelan numerosas lesiones y las entrevistas con autoridades, detenidos y testigos, la Oficina cuenta con fuertes elementos de convicción para concluir que al menos 34 de esas personas habrían sufrido torturas.
En el informe se señala que hubo “un modus operandi prácticamente uniforme” en la manera en que las personas habrían sido detenidas arbitrariamente y torturadas para extraerles información o confesiones, y en las demoras significativas en su presentación formal ante el Ministerio Público, lo que a menudo las dejó fuera de la protección de la ley.
En muchos casos se ofrecieron “justificaciones no plausibles y contradictorias” para explicar las causas de las lesiones que presentaban las personas detenidas, como “autogolpes, lesiones anteriores a la detención, estados de ebriedad o caídas”. En el informe se destaca además la existencia de una serie de declaraciones auto-inculpatorias “libres y espontáneas” hechas por personas detenidas que presentaban múltiples lesiones, como queda evidenciado en los partes médicos.