La Fiscalía de Estados Unidos acusó que el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, trabajó para el Cártel H-2, grupo criminal de Nayarit, del cual recibió sobornos y el alias de “El Padrino”.
La Fiscalía pidió no darle derecho a fianza al exsecretario de la Sedena, ya que podría darse a la fuga.
El exsecretario de la Defensa Nacional es acusado de tres cargos: conspiración para manufacturar, importar y distribuir narcóticos, así como por un cargo de lavado de dinero.
La autoridad estadunidense pidió que sea enviado a Nueva York e indica que las actividades criminales de éste se dieron entre diciembre de 2015 y febrero de 2017, justo cuando era el máximo mando del Ejército, y asegura tener evidencia de ello.
“Evidencia que incluye miles de mensajes interceptados de Blackberry, revela que, cuando era secretario de la Defensa, el acusado, a cambio de sobornos, asistió al Cártel H-2 de numerosas maneras, entre ellas, asegurarse que no hubiera operaciones militares en su contra; iniciando operaciones militares contra sus rivales; consiguiendo transporte marítimo para cargamentos de drogas; actuando para expandir el territorio controlado por H-2 a Mazatlán y el resto de Sinaloa”, precisó la Fiscalía.
Presuntamente, el exfuncionario habría presentado a líderes del cártel con otros funcionarios y los alertó sobre una investigación de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos.
“Entre las muchas comunicaciones capturadas durante la investigación, hay numerosos mensajes entre el acusado y un líder principal del Cártel H-2, en los que el acusado discutió la asistencia que históricamente había provisto a otra organización de narcotráfico, así como comunicaciones en las que el acusado es identificado por nombre, título y fotografía, como el funcionario mexicano que apoya al Cártel H-2”, precisa la carta enviada por la Fiscalía a la jueza Carol Bagley Ammon.
Junto con el extitular de la Sedena, el gobernador priista de Nayarit, Roberto Sandoval, también ha sido señalado por Estados Unidos de colaborar presuntamente con el narcotráfico.
La Fiscalía precisó que como la conducta criminal del acusado evidencia, no tiene respeto por la autoridad o la ley, y previamente ha puesto en peligro la seguridad de agentes estadounidenses y sus testigos, al revelar el estatus de investigaciones contra el Cártel H-2 a sus dirigentes, no hay razón para creer que respetará las condiciones de libertad que le imponga la Corte.