Las lluvias que se presentan serán un buen aliciente para los productores maiceros en la entidad que dependen del temporal; en el caso del maíz, la siembra comienza el 15 de junio, en una superficie de 174 mil hectáreas y es este cultivo uno de los más importantes, junto con la chihua, con una extensión que va de las 22 mil a las 25 mil hectáreas.
Ignacio España, secretario estatal de Desarrollo Rural, destacó lo anterior y añadió es la superficie en la que se trabajó en el 2019, año en que se obtuvieron 548 mil toneladas de maíz, con un valor comercial de 2 mil 300 millones de pesos, situación que se espera se repita este año.
-Se ve un panorama positivo para los hombres y mujeres del campo que dependen del temporal –manifestó, y agregó las lluvias benefician también a la actividad ganadera, pues se logra la recuperación de los pastos por lo que dijo se espera las lluvias favorezcan éstas y otras actividades agropecuarias.
No obstante, comentó un exceso de agua provocaría resultados negativos en el cultivo de la chihua, pues con 300 milímetros de lluvia mensual “da su óptima rentabilidad”, un volumen mayor afectaría el desarrollo de la planta.