María Viera Alcilne Amoin entró en labor de parto y se dirigió al hospital ilusionada como toda madre que ha esperado tantos meses para dar a luz.
El niño venía muy grande, casi 7 kilogramos, sin embargo el doctor que la atendió decidió que el nacimiento sería de forma natural.
El bebé terminó atascado en el canal de parto y tras 3 horas de labor, los doctores no lograban sacar al producto.
La csbecita había logrado salir pero los hombres estaban atascados en el hueso de la pelvis.
Tras una maniobra en la que la madre describe que escuchó un crujido se oyó a alguno de los miembros de equipo gritar: “¡Marcos, estás loco!”.
Acto seguido fue trasladada a un quirófano donde extrajeron el resto del niño.
El director del hospital de Santa Isabel informó que el niño ya estaba muerto antes de separar la cabeza del cuerpo, pero la madre argumenta que al momento de llegar fueron tomados los signos vitales de los dos y el corazón del niño latía con normalidad.
La familia ahora espera que las investigaciones arrojen la causa real de la muerte, pero todo indica que la decisión de usar la vía natural para el parto, da pie a otra serie de errore que deriva en la muerte del bebé.
En 2006 en Louisville, Kentucky, otro familia pasó por un evento similar y al final fueron indemnizados con 1.4 millones de dólares en compensación por el dolor y sufrimiento por la tragedia que es perder a un hijo en esas condiciones.