Aunque es más común padecer migraña en edad adulta, este problema también puede afectar a niños y adolescentes, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Campeche hace un llamado a los padres de familia a prestar atención a los síntomas y consultar con el médico si presentan este problema de manera frecuente, para tener un diagnóstico y tratamiento oportuno.
El jefe de Prestaciones Médicas, Francisco Rodríguez Ruiz, comentó que la migraña es un problema de cefalea vascular que en ocasiones sucede desde la lactancia con episodios de llanto intenso que se confunden con dolores de cólico.
El especialista acotó que la edad promedio en la que se manifiesta es de los cinco a 15 años de edad, y ocurre con mayor frecuencia en personas del sexo femenino.
Señaló que quien padece migraña, además de un intenso dolor de cabeza, también tiene problemas de visión, vómitos, sensibilidad a la luz o al sonido y mareos.
Explicó que algunos de los factores de riesgo son el estrés emocional, la mala calidad en el sueño, saltarse horarios de comidas, exceso de alimentos grasos o estimulantes como chocolates, café o refrescos embotellados; además de que suele ser hereditaria, si alguno de los padres la padece, existe una probabilidad alta de que el hijo también pase por lo mismo.
En este sentido, el pediatra explicó que se considera otro factor determinante y altamente perjudicial el uso excesivo de computadoras, tabletas o celulares porque despiden destellos luminosos.
Indicó que para combatirla se debe considerar mantener rutinas regulares y saludables, y combinarlas con estilos de vida ideales para prevenir o reducir la frecuencia o gravedad del problema, y aconsejó evitar los remedios caseros porque que podrían complicar el cuadro.
El especialista manifestó que un alto porcentaje de personas con migraña lo desconocen, porque asumen que el dolor es normal o lo asocian con problemas de presión alta, problemas cervicales o nervios.
Si se observa en los hijos decaimiento, inapetencia, vómitos persistentes, bajo rendimiento escolar, cambios de conducta, dolor en la parte trasera de la cabeza o disminución de la visión, es momento de llevarlo al médico.
“La cefalea es motivo de consulta frecuente en edad pediátrica, por eso es necesario que reforcemos las medidas de prevención y no esperar una afección delicada, debemos considerar hábitos saludables como un horario regular para que duerman y coman, eso les ayudará en gran medida”, precisó.
Si el menor muestra alguno de los factores arriba señalados, hay que llevarlo a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) para iniciar una historia clínica, y si el médico familiar lo considera necesario, solicitar exámenes neurológicos, fisiológicos, resonancias o análisis de laboratorio, para que sea valorado a detalle.