Una niña de seis años vivió una de las peores experiencias luego de atragantarse con un pedazo de nugget que tenía en su interior una mascarilla.
Laura Arber acudió al local de la cadena McDonalds en Aldershot, Hampshire, junto con tres de sus hijos a recoger un pedido de comida. Cuando los menores se dispusieron a cenar en casa, Laura se dio cuenta de que Maddie, de seis años, se estaba asfixiando.
Tras ver que no podía respirar reaccionó rápidamente metiendo los dedos en la garganta de la pequeña, sacando de su boca una mascarilla quirúrgica cocinada.
Luego de revisar la caja donde había mas nuggets de pollo, observó que había otra unidad que estaba rellena de mascarilla.
“Mi niña podría haber muerto. Era claramente una mascarilla. Se podía ver la costura y cómo de sólida era dentro de la comida”, expuso Laura.
Posteriormente, gravó un vídeo en el que se veía como al abrir la pieza de pollo estaba una mascarilla.
Laura decidió entonces acudir al establecimiento donde los había comprado, para hablar con el responsable. Según la versión del trabajador, los nuggets no se cocinan in situ en el establecimiento, y la sensación con la que se fue la británica no era la mejor: “Lo peor de todo es que continuaron sirviendo los nuggets”, afirma.