El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha vuelto a acordar este lunes, por unanimidad, endurecer las sanciones a Pyongyang como respuesta a su último ensayo nuclear.
Lo propuesta fue hecha por Estados Unidos que presentó un documento con durísimos castigos para el régimen de Kim Jong-un y, aunque bastante matizadas, las medidas fueron aprobadas.
El acuerdo al que llegó el Consejo supone una limitación de las importaciones de petróleo por parte de Corea del Norte, la prohibición de la exportación de textiles -que son la principal fuente de ingresos que le queda al régimen tras el veto a su carbón, mineral de hierro, plomo y mariscos- y la prohibición de contratación de trabajadores norcoreanos en el extranjero.
Washington debió desistir de la idea de dotar a sus fuerzas armadas de autoridad para usar la fuerza contra Norcorea en caso “sea necesario”.
Y Corea del Norte ya respondió. El régimen asiático ha calificado de “canallas” la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU. Para el embajador norcoerano, Tae Song Han, la resolución del Consejo de Seguridad es una manifestación extrema de la voluntad estadounidense de eliminar a todo precio el sistema ideológico y social de Corea del Norte y de sus habitantes”, acusó ante la Conferencia de Desarme del organismo internacional.