De acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Suiza, presionaron a México para que retrase las advertencias sanitarias sobre alimentos y bebidas procesados.
Y es que esta norma, programada para entrar en vigor en octubre, requerirá un etiquetado nutricional en la parte frontal del paquete que describa claramente los riesgos para la salud que se presentan cuando esos productos contienen un alto contenido de azúcares, calorías, sal y grasas saturadas.
Cabe destacar que esta medida podría generar una baja en sus ventas y ganancias por ello el interés de las empresas transnacionales en retrasar esta medida.
Y es que México, es el mayor consumidor de alimentos procesados en América Latina y el cuarto más grande del mundo.
Durante años ha batallado durante años con altas tasas de diabetes y obesidad, una crisis de salud que se ha visto agravada por el nuevo coronavirus.