Amy Sharp es una joven de 18 años que tuvo el atrevimiento de pedir que cambien la foto que utilizó la policía para intentar dar con su paradero, luego que ella fugara de una comisaría de Australia. El insólito pedido lo canalizó a través de su cuenta de Facebook tras darse cuenta que el aviso circulaba por las redes sociales.
Las autoridades cedieron una foto de la joven australiana para agilizar su búsqueda. Ella se había escapado de un centro penitenciario de Sídney el pasado 19 de agosto. El aviso fue divulgado por los medios de comunicación y también en las redes sociales. Fue por este último medio que Amy se dio cuenta que la imagen que habían divulgado la mostraba con el rostro demacrado, vistiendo una piyama y cubriéndose con una manta roja.