Una fuerte tormenta solar se dirige hacia la Tierra y podrá sacudir el planeta.
De acuerdo a especialistas, el fenómeno geomagnético podrá interrumpir el funcionamiento de los satélites y de los equipos electrónicos, y además causar una espectacular aurora polar.
La tormenta se produjo tras una gran explosión en la atmósfera solar, lo que provocó que las partículas cargadas se dirigieran a la Tierra.
La aparición de la tormenta coincide con la formación de las así llamadas ‘grietas de equinoccio’, que suelen surgir alrededor de los equinoccios el 20 de marzo y el 23 de septiembre.
El fenómeno podrá afectar a algunos territorios de Escocia, el norte de Inglaterra y algunas zonas de la parte septentrional de EEUU.
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