La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio una alerta sobre la aparición de un nuevo tipo de gonorrea resistente a los antibióticos. Advierten que urge el desarrollo de nuevas medicinas y tratamientos para contrarrestar esta Infección de Transmisión Sexual (ITS).
Hace un año, la OMS informó sobre la presencia de una ‘superbacteria resistente a todos los antibióticos’ e indicó que de no revertirse la situación, para el 2050 podían morir alrededor de 10 millones de personas cada año.
En ese tiempo se explicó que la automedicación de los propios pacientes, la prescripción inadecuada de antibióticos por parte de los propios médicos y la venta libre en las farmacias, complicaba la situación.
En el caso de la gonorrea se piensa incluso en la necesidad de una vacuna para evitar los contagios. Y es que esta enfermedad, causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o gonococo, se transmite por el sexo vaginal, anal u oral.
Esta forma de actividad sexual es la que contribuye a la resistencia al tratamiento. “Cuando usas antibióticos para tratar problemas como una infección de garganta típica, estos se mezclan con la especie Neisseria, y eso resulta en el desarrollo de resistencia”, explica Theodora Wi, portavoz de la OMS.
Se trata de una situación preocupante, pero que no es una novedad en la práctica médica. “Hay una lucha constante entre tratamientos innovadores con antibióticos más potentes y gérmenes que van cambiando y volviéndose resistentes”, comenta el médico ginecólogo Enrique Flint.
“El tratamiento usual era muy simple, ahora hay que juntar un par de antibióticos diferentes o dar más de una dosis, pero es algo tratable, no es para entrar en pánico”, agrega.
Sin embargo, no hay que tomarlo a la ligera. La infección, que puede extenderse por los genitales, recto y garganta, se transmite por la misma vía que el VIH, el herpes y la hepatitis B, que son males mucho más peligrosos.
Los varones presentan dolor y ardor al orinar, inflamación de los testículos y dolor de garganta, entre otros. Las mujeres pueden sentir dolor en las relaciones sexuales, dolor intenso en la parte baja del abdomen y fiebre.