A dos años de haber sido violada por dos de sus ex compañeros de trabajo, Marcelita Ernestina Bacab Pantí no ha conocido el significado de la palabra justicia, por lo que este martes, acudió ante las autoridades ministeriales para ratificar la denuncia en contra de Rodolfo Julián Moreno Palmer, y quien fue su jefe supervisor, José Flores.
Entrevistada en las inmediaciones de la Procuraduría General de Justicia, relató que a raíz de esas violaciones, no sólo ha quedado con traumas físicos, sino psicológicos, ya que desde el día que la ultrajaron tartamudea, sin embargo, las autoridades de la PGJ han ignorado su demanda, ya que sus presuntos agresores continúan libres.
Relató que hace dos años, laboraba en la Empresa privada LIVPRO SA de CV, y el dueño de la empresa, Ricardo Castillo Domínguez, no la apoyó cuando denunció los ataques, por el contrario, la corrió junto con quien le brindó su apoyo y la asesoró para denunciar, Erick Alejandro Mendoza Montero, el cual ocupó el cargo de quien la violó.
“Lo que quiero es que los agarren, porque sufrí, les decía que me dejaran en paz, que me dejen y no lo hicieron, me agarraron a la fuerza y me violaron por atrás y adelante, me dijo mi jefe que si decía algo, que me iba a cambiar de área o me iba a correr”, esas fueron las palabras de la madre soltera, quien también relató que el primero que lo atacó fue su ex jefe inmediato y cuando le contó a su ex compañero lo que estaba ocurriendo éste también la agredió sexualmente, por lo que los señaló en la querella BAP/682/ CJM/2011, identificándolos como su ex compañero, Rodolfo Julián Moreno Palmer, y quien fue su jefe supervisor, José Flores.
Manifestó que incluso ha denunciado a la Octava Agencia del CJM ante la Comisión de Derechos Humanos por la falta de resultados en la querella que interpusieron, por lo que pidió la intervención del gobernador del Estado, Fernando Ortega Bernés, ya que no sólo los han corrido injustamente, sin darles liquidación, sino que ahora los quieren meter al penal de Kobén, por Ricardo Castillo.
“Ricardo Castillo me dijo que estoy mintiendo y que me iba a enviar a Kobén. Me violaron dos compañeros, mi relevo y mi jefe, se lo dije a él y no me creyó. Me dijo que haga lo que quiera y que tiene mucho poder, que siempre gana, con nadie pierde”, enfatizó.
De acuerdo al expediente y lo declarado por la fémina y Erick Alejandro, José Flores empezó a abusar de la fémina a partir del 14 de septiembre del 2010, cuando con lujo de violencia la sometió en el área de oftalmología del Manuel Campos. La mujer calló por miedo ante las amenazas y para no perder su trabajo, ya que es el único sustento de sus hijos.
Su situación se agravó cuando le contó lo que estaba pasando a su compañero Rodolfo Julián Moreno Palmer, quien en vez de apoyarla, abuso sexualmente de ella.
Para principios del 2011, corrieron a José Flores por una serie de desfalcos, ya que se presume que no les pagaba completo a sus subordinados. Fue entonces que ingresó Erick Alejandro ocupando su puesto, quien finalmente se ganó la confianza de Marcelita y tras conocer la verdad sobre el último ataque que sufrió la mujer en ese mismo año, la acompañó a denunciar el caso ante el Ministerio Público del fuero común.
Tras la querella acudieron ante el propietario de la empresa, Ricardo Castillo, sin embargo, este en lugar de apoyarlos, los corrió sin pagarles liquidación. A partir de entonces han estado peregrinando de institución y hasta la Comisión de Derechos Humanos, exigiendo justicia.