Mientras lanzaba strikes en las instalaciones de desarrollo de jugadores el sábado, al derecho Gerrit Cole le dio alegría ver a un observador en particular: su manager Aaron Boone.
Boone regresó a sus labores como dirigente de los Yanquis este sábado, diciendo que se siente “genial” luego de la cirugía a la que se sometió esta semana en la que le implantaron un marcapasos. Vestido con una sudadera y los pantalones de rayas de los Yankees, Boone observaba por detrás de una cerca a su as lanzar dos entradas en una práctica de bateo en vivo.
“Es bueno ver a Gerrit Cole lanzar. Siempre es una buena manera de regresar”, dijo Boone, quien viajó a Bradenton para dirigir el juego del sábado.
Boone recibió el alta para retomar su puesto de manager luego de pasar la prueba de covid-19 que se realizó el viernes en el George M. Steinbrenner Field. Cole dijo que fue una “grata sorpresa” mirar a Boone en el área detrás del plato.
“Pensé que regresaría [el domingo], pero llegó un día antes”, dijo Cole. “Es bueno verlo de vuelta y sintiéndose bien”.
Boone, de 48 años, dijo que sentía mareos, falta de energía y respiraciones cortas por los últimos dos meses, revelando que su ritmo cardíaco en ocasiones bajaba de 40 palpitaciones por minuto. Boone se sometió a una cirugía de corazón abierto en el 2009.
“Estoy emocionado por estar de vuelta”, dijo Boone. “Quiero agradecerles a todos. He sabido de mucha gente los últimos días. Esos mensajes me han tocado. Aprecio mucho eso”.