Mientras que el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarrete admitió esta mañana que de no cambiar el partido terminará de irse a pique, han sido sus propios compañeros los que han declarado que “el puesto le quedó grande”.
Entrevistado a nivel nacional, el perredista aceptó que la salida de Cárdenas si desestabilizó al partido, sobre todo porque su partida se dio en medio de una completa tensión política al interior del sol azteca por los hechos ocurridos en septiembre pasado en Iguala, Guerrero.
“Si no cambiamos, nos iremos debilitando más y nuestros electores cambiarán de preferencia, es mejor que lo entendamos y actuemos en consecuencia, este esfuerzo no puede ser sólo de unos cuantos, o le impulsamos entre todos, desde los órganos de dirección hasta la base del partido o pronto veremos las consecuencias”, dijo Navarrete.
En este sentido, dijo que se debe continuar trabajado en el proyecto partidario que tiene como antecedente y apoyo vigente la esperanza de millones de mexicanos.
“Si los dirigentes no estamos a la altura de las circunstancias, no tenemos derecho a seguir dirigiendo este partido, lo digo con claridad, o corregimos el rumbo y recuperamos la ética o seremos la generación responsable del mayor fracaso de la izquierda”, advirtió.