El Partido Revolucionario Institucional (PRI) recriminó cualquier intento de persecución política y el uso partidista de la procuración de justicia en contra de sus adversarios.
El PRI emitió un comunicado, tras las acusaciones contra tres ex gobernadores priistas de tener nexos con el crimen organizado, filtradas ayer a los medios de comunicación.
“En una democracia estas conductas son inadmisibles”, señala el documento.
Asimismo, rechazó la difamación y la filtración mal intencionada de posibles investigaciones, al considerarlas ilegales y que “corresponden a prácticas de un gobierno autoritario”.
En el comunicado, el PRI, enlista ejemplos claros de esta práctica durante los últimos años, como el caso del estado de Jalisco, donde Arturo Zamora, candidato del PRI al gobierno, fue acusado falsamente ante la opinión pública, pocos días antes de la elección, y cuando encabezaba ampliamente las preferencias en las encuestas, de tener vínculos con el narcotráfico y negocios ilícitos, los cuales nunca se comprobaron y terminaron en una disculpa pública pocos días después de los comicios.
Además del “vergonzoso michoacanazo”, en el que al final todos los alcaldes inculpados quedaron en libertad, sin que se les haya acreditado la comisión de delito alguno.
También mencionó que en Guerrero, días antes de la elección, se acusó de vínculos con el crimen organizado a Manuel Añorve, candidato del PRI al gobierno del estado. Tampoco se le pudo comprobar que haya incurrido en delito.
“El PRI no defenderá a nadie que haya cometido un delito, pero tampoco acepta el manejo faccioso de la justicia. En ese contexto se inscribe también la imputación dolosa y temeraria de que los recursos asegurados al gobierno del estado de Veracruz iban destinados a apoyar campañas del PRI. Esto es absolutamente falso. Exigimos a quienes acusan que presenten las pruebas respectivas. Nos reservamos el derecho de recurrir a instancias legales”, sentencia en el comunicado.