El gigante de búsquedas por Internet, Google, reconoció que violó las propias políticas de la compañía con su campaña publicitaria para su navegador Chrome.
Google está bajo sospecha de estar llevando a cabo algo que la compañía había prohibido específicamente en el pasado a terceros: el pago a bloggers para que estos añadan enlaces que mejoren el posicionamiento en buscadores a favor de Google Chrome.
Los portales SEOBook y Search Engine Land revelaron que Google estaba cometiendo la misma falta que había criticado anteriormente al romper su política de pagos de enlaces. Siguiendo su propio código, y como hizo con empresas como K-Mart, la página de Google Chrome debería desaparecer del buscador por un periodo que podría variar de un mes a un año.
La investigación arrojó que más de 400 páginas formaban parte de una campaña de Google, en el que se daba enlace a un vídeo de cómo Google Chrome ayuda a las pequeñas y medianas empresas. Eso mejoraba su posicionamiento de forma permanente.
En consecuencia se acusaba doblemente a Google por pagar los enlaces y por llenar la web con contenidos basura.