Andrés Manuel López Obrador quedó ya oficialmente registrado como precandidato de la izquierda mexicana a la presidencia de la república. El PRD, PT y Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, le extendieron las respectivas constancias que lo acreditan como su único abanderado para los próximos comicios del 2012.
En ese acto, López Obrador predijo que ganará las elecciones y, entre otros compromisos, destacó el de combatir la corrupción política, “el principal problema del país”, dijo, por lo que elevará a rango supremo la honestidad.
El registro del tabasqueño como candidato de los tres partidos pareció seguir la misma línea de unidad que ahora muestra la izquierda, tal como sucedió cuando fueron dados a conocer los resultados de aquella encuesta en la que derrotó a Marcelo
Ebrard Casaubón y que colocó a López Obrador en posición de arranque para conquistar la primera magistratura.
Contrariamente a lo que ocurre en estos momentos con sus adversarios, el afanoso “peje” sigue avanzando en la búsqueda del voto sin obstáculos serios al interior de las distintas fuerzas políticas que lo apoyan y sin verse envuelto en escándalos mediáticos que le resten credibilidad, al menos hasta ahora.