Tremenda sorpresa se llevaron los pasajeros que hacían cola en el aeropuerto de Mérida, este sábado, cuando escucharon al arzobispo de Yucatán, monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, exigir en el mostrador su pase para la Clase Premier, para abordar el vuelo 524 de Aeroméxico.
Su destino, era la capital del país, cuando monseñor Berlie exigió que se le asignara el lugar Clase Premier que había reservado con anticipación, pero los empleados de la aerolínea le explicaron que a esa hora, ya estaba lleno el cupo y que era imposible atender su petición. Esto hizo enojar al prelado quien alegó que había hecho hasta cinco llamadas, pero los empleados insistieron en que nada podían hacer.
Ante la impotencia, Berlie tuvo que hacer uso de nombre y cargo, y con nepotismo le dijo las clásicas palabras “¿No saben quién soy?”, y sin esperar respuesta subrayó: “Soy el jefe de todos los católicos de Yucatán y Campeche…”. A lo que el empleado de Aeroméxico respondió: “Lo siento, ya no hay espacio”. Resignado, el arzobispo, monseñor Berlie Belaunzarán aceptó el pase de abordaje para la clase económica.