Campeche y su mercado ilegal de pericos
Por: La Redacción
Hasta hace un par de años, era común encontrar en México jaulas llenas de pericos esperando a ser comprados como mascotas. Regularmente, eran animales en mal estado, enfermos y que, al no recibir los cuidados adecuados, morían pronto.
La mayor parte de estos animales habían sido capturados de manera ilegal, lo que ocasionó que de las 22 especies de pericos y guacamayas que hay en México, 11 estén en peligro de extinción, seis amenazadas y otras cuatro bajo protección
especial.
Pero las cosas parecen haber cambiado. La venta ilegal de pericos, cuyo volumen ascendía a unas 78 mil 500 aves cada año, disminuyó por primera vez desde que fue decretada una veda permanente desde el 2008.
Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, los esfuerzos de inspección aumentaron junto con las denuncias sobre el tráfico de pericos en los últimos años, y el número de aves decomisadas disminuyó de mil 398 en 2004 a 566 en 2010, disminución de casi 147%.
Aumentaron los números de inspecciones, y aunque lo normal es que se incremente el número de pericos decomisados, en este caso disminuyeron los ejemplares. Lo que nos está marcando esto es que se está debilitando el tráfico ilegal. Las organizaciones civiles aseguran que la veda ha logrado debilitar el mercado ilegal.
La prohibición fue resultado de una investigación de casi tres años sobre tráfico ilegal de pericos silvestres en México, en la que por primera vez se estimó el volumen de este mercado.
Además, la veda también prohíbe el transporte y comercialización de todas las especies de pericos y guacamayas en México, incluyendo importaciones y exportaciones.
Según datos del estudio Tráfico ilegal de pericos en México realizado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Defenders of Wildlife de México y Teyeliz, unos 60 mil pericos de los 78 mil 500 capturados de manera ilegal, morían en el trayecto hacia las grandes ciudades, donde es más frecuente su comercialización.
El estudio detalla que hasta hace pocos años, de cada 100 pericos capturados, en promedio unos siete morían en la captura, 24 durante el acopio y el confinamiento, otros 22 en la transportación; 24 más morirán en el proceso de venta y sólo 23 lograban ser vendidos.
La clave del éxito
La disminución de este mercado ilegal se produjo por varios factores, en principio las organizaciones ambientalistas lo atribuyen a una campaña que circuló a nivel nacional para informar sobre la ilegalidad del comercio de pericos, así como la investigación con la que impulsaron la veda permanente.
Los estados donde existe mayor captura ilegal de estas aves son principalmente los que se encuentran en el sureste de México, tales como Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca, pero también se practica en Veracruz, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Sinaloa y Tamaulipas.
Un caso anterior de control del tráfico de animales fue el de tortugas marinas, hasta que en 1990 fue decretada la prohibición de su captura.