Sin importar el congestionamiento vehicular, violar las leyes de tránsito, usar a niños y mujeres para encabezar su marcha, ni ensuciar la vía pública, el dirigente campesino Luis Antonio Che Cu se manifestó en Palacio Federal, Palacio de Gobierno y Congreso del Estado, además realizó una marcha secuestrando prácticamente el Circuito Baluartes.
Desde temprana hora, alrededor de unas 13 camionetas arribaron a Palacio Federal; poco a poco se fueron agrupando los cerca de 400 campesinos, fue a las 8:30 horas que llegó el dirigente campesino Luis Antonio Che Cu en su reluciente camioneta negra y posteriormente se instaló en medio de Palacio Federal, en todo momento protegido por sus seguidores.
“Venimos por varios problemas, nosotros esperamos que se de esas firmas, no pedimos nada fuera de la realidad y los compañeros vienen dispuestos a quedarse si no hay acuerdos de acuerdo a los planteamientos que tenemos, venimos a marchar y a dialogar y que haya respuesta”.
Luego de partir del Palacio Federal tomó el Circuito Baluartes, realizando su primera parada en Palacio de Gobierno, en donde después de que niños realizaron un enjundioso baile, entregaron un documento.
Las solicitudes fueron solución a problemas ejidales, un programa artesanal que incluya a todos los artesanos del estado, inclusión en programas estatales y federales, programas de educación bilingüe, infraestructura ganadera y protección a las zonas forestales.
Posteriormente, acudieron al Congreso del Estado, ahí reclamaron la falta de respeto a leyes indígenas, minutos después tomaron de nueva cuenta las vialidades, congestionando el tráfico y provocando molestias entre los automovilistas que tuvieron la mala suerte de transitar por la concha custica, el mercado principal y el parque San Martín.
En el camino, las bolsas, vasos y botellas quedaban regados, además de papeles, hasta que finalmente acudieron arribaron a Palacio Federal en donde se instalaron en plantón permanente, esto debido a la falta de acuerdos entre las autoridades el dirigente campesino.
