Las fuertes críticas al desempeño del Presidente Enrique Peña Nieto, el señalamiento de que ya se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y que el Jefe de la Nación “está despedido” por su falta de capacidad para desempeñar el cargo, que hizo el diputado independiente Manuel Zavala Salazar en la Máxima Tribuna del Estado, encendieron los ánimos en la décimo octava sesión ordinaria, y llevó a un connato de bronca, entre éste y tres legisladores de la bancada priísta “indignados” por sus pronunciamientos y por colocar una foto del mandatario frente al pleno, en una composición con el número 43 en alusión a los normalistas desaparecidos.
Todo se desarrolló en el punto de asuntos generales, luego de que el legislador independiente se quejara de que la Gaceta legislativa con los asuntos a tratar en la sesión, se recibe muy tarde, señalar los dos meses de la desaparición de los normalistas, la compra de la Presidencia del país, acusar que van dos años de ingobernabilidad del Jefe de la Nación, falta de beneficios para la población a pesar de las reformas estructurales, principalmente.
Asimismo, cuestionó el papel de algunos priístas, como el de la carmelita Dinorah Hurtado y el chenero Jesús Quiñonez Loeza. Empero fue la primera quien le respondió rápidamente para de manera velada acusarlo de maltrato físico y violencia intrafamiliar.
-Es el menos indicado para cuestionar –aseguró y lo acusó de estar “cazando” donde hay problemas o de crearlos, pero sobre todo en cuanto a violencia contra las mujeres, pues “está muy de cerca” de esta.
No se fue limpia. Zavala Salazar de inmediato regresó a la máxima tribuna y, aduciendo la Ley Orgánica del Poder Legislativo, planteó a su homóloga del PRI si podría responder “una pregunta parlamentaria: ¿le parece bien que Angélica Rivera caiga en enriquecimiento ilícito?, acusación que enfatizó hizo conocida periodista de un medio nacional, luego de investigar.
Asimismo, la invitó a conocerlo y visitar su casa donde además de su esposa, vive también su progenitora y averiguar lo que se atrevió a señalar sobre la violencia intrafamiliar. En ninguno de los dos casos recibió respuesta alguna de la aludida, quien se limitó a aplaudir desde su curul, su intervención. Tampoco recibió el apoyo de sus compañeros de bancada.
Tocó entonces el turno al priísta Manuel Manrique Mendoza, quien antes de subir a la máxima tribuna, arrancó parte del cartelón que colocó el diputado independiente, lo que hizo que éste se levantará rápidamente de su curul para evitarlo, enfrascándose en reclamos airados, lo que hizo que público presente y reporteros “de la fuente”, mostraran mayor interés en lo ocurrido.
Esto hizo que los diputados priístas Miguel Ángel García Escalante, Adolfo Magaña Vadillo se levantaran de su lugar impulsados por un resorte para ayudar a su compañero de bancada, pues ya se presentaban los primeros manoteos y empujones mientras el responsable del área jurídica del Congreso, José Balán trataba de calmar los ánimos aunque finalmente se mantuvo a la expectativa.
Fueron largos segundos de jaloneos, reclamos entre los diputados protagonistas del mini zafarrancho mientras lideresas que llegaron para apoyar a los legisladores del tricolor, gritaban a Manrique Mendoza retirara el cartelón, y sacarán y callaran a Zavala Salazar. Ni el llamado al orden del presidente de la mesa directiva, Pablo Sánchez Silva, logró imponer el orden en el recinto oficial pues algunos de los legisladores protagonistas ya preparaban los puños.
Finalmente, cada uno regresó a su curul, mientras Manrique Mendoza criticaba duramente a la izquierda y afirmó que su crisis no va a hacer “una crisis de Estado” y sin poder ocultar su enojo criticaba a las principales figuras como López Obrador mientras la priísta Adda Luz Ferrerz citaba a la senadora Layda Sansonres.
El último orador fue el perredista Ismael Canul Canul, quien señaló que el PRI ha tenido gobernadores vinculados con el narcotráfico y citó a Mario Villanueva, ex gobernador de Quintana Roo, y agregó que en el caso del PRD renunció el gobernador de Guerrero, mientras que al mandatario priísta de Tabasco, Andrés Graniel, fue privado de su libertad.
Afirmó que el gobierno federal no le ha cumplido a la sociedad, y esto se lo cobrará la ciudadanía en el próximo proceso electoral.