Mikayla Stern-Ellis y Emily Nappi se conocieron al llegar a la universidad. Desde el primer momento sintieron que eran como hermanas. A las dos les gustaba el teatro, procedían de familias monoparentales y hasta habían comprado la misma chaqueta en las últimas rebajas. Para más inri, se parecían físicamente. “Hay un 25% de posibilidades de que seamos hermanas”, le decían a sus nuevos amigos en broma.
Su predicción no iba desencaminada. Tras una comprobación curiosa, las dos jóvenes, animadas por sus madres, descubrieron que habían nacido del mismo donante de esperma, una sorpresa que las ha hecho inseparables desde su primer año como universitarias.
La increíble historia comenzó cuando las dos chicas se agregaron en Facebook mientras buscaban una compañera de habitación en la residencia universitaria de la universidad de Tulane, de Nueva Orleans (Luisiana). Como cualquier otro joven, buscaban a alguien con intereses parecidos y con el que pudiesen congeniar. Tanto Mikayla como Emily se sorprendieron ante todo lo que tenían en común. “Miré la encuesta online de la residencia y cuando vi las respuestas de Emily me di cuenta de que teníamos mucho en común”, explicó Mikayla al periódico de la universidad, el Tulane Tollaballoo.
Emily ya había encontrado compañera de habitación, pero eso no las separó. Las dos chicas de 19 y 18 años, descubrieron que ambas habían sido concebidas a través de un donante de semen colombiano. Cuando sus madres escucharon la historia y se percataron del enorme parecido físico que presentaban, les animaron a comprobar el número de ficha del donante, que resultó ser la misma persona.
“Este es sólo uno de los increíbles regalos que ya le ha dado Tulane”, aseguró la madre de Mikayla, Heidi Stern-Ellis.
El donante, un amante del teatro
Uno de los sorprendentes puntos en común que se ha atribuido a los genes que comparten las dos jóvenes es su afición por el teatro. Ambas actúan en la obra de teatro ‘Vagina Monologues’ (‘Monólogos de la vagina’), un interés que puede proceder de su padre biológico, que en su ficha de donante indicó el teatro como una de sus aficiones, según explicó Stern-Ellis.
“Tulane nos parecía la decisión correcta, y esto lo prueba”, resaltó Mikayla tras conocer el secreto. Su madre se mostró igual de emocionada: “Creíamos que allí ella encontraría una educación, pero además encontró a una hermana”.