Miles de migrantes llegaban este sábado a Austria y Alemania procedentes de Hungría, en medio de unas escenas caóticas insólitas en Europa desde hace setenta años.
“Estamos frente a una situación dramática. No es una emergencia, es algo que durará” , estimó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Al menos 500 personas bloqueadas en Hungría desde hace varios días emprendieron una caminata hacia la frontera austríaca.
El viernes hicieron lo mismo unos 1.200 migrantes, lo que obligó a las autoridades húngaras a conducir a miles más en autobús a la frontera. Sin embargo, este sábado la policía de Hungría anunció que no se fletarán más autobuses para los migrantes.
Austria prevé la llegada de 10.000 inmigrantes sólo este sábado, de los cuales muchos seguirán su ruta hacia Alemania, que espera el arribo de unos 7.000. Ambos países han dado su acuerdo para acogerlos. En un éxodo que no se veía en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Austria contabilizaba el sábado por la tarde la llegada de 6.500 migrantes. En la estación de Viena, los recién llegados, envueltos en mantas, y algunos con niños dormidos en los brazos, fueron acogidos por numerosos voluntarios que acudieron con comida, bebidas, jabones y billetes de tren.
La canciller alemana Angela Merkel aseguró que buscará mantener el equilibrio presupuestario, pese al costo que representa la acogida de refugiados. El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung evalúa este costo a 10.000 millones de euros para 2015, cuatro veces más que el año pasado.
En París, miles de personas salieron a las calles este sábado para reclamar la apertura de las fronteras para los refugiados que huyen en masa desde Siria y otras regiones en guerra. “Después de innumerables ejemplos de tratamiento vergonzoso a los refugiados y los migrantes por parte de los gobiernos de Europa, alivia ver al fin un poco de humanidad.
En el terreno diplomático, el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz, pidió a la Unión Europea (UE) que “abra los ojos” ante la crisis migratoria, que ha creado un gran “desorden” en el continente.
Los países de la UE están bajo presión para dar muestras de solidaridad después de que más de 366.000 personas cruzaran el Mediterráneo en lo que va de año, y que más de 2.800 murieran en el intento, según la ONU.