Andreas Lubitz, se informÓ en internet sobre suicidios y puertas de cabina antes de precipitar el avión con 150 personas a bordo en los Alpes franceses, indicaron los investigadores.
Lubitz se “informó sobre maneras de suicidarse” así como sobre “las puertas de cabina de mando y sus medidas de seguridad”, señaló en un comunicado la fiscalía de Düsseldorf (oeste), encargada de la parte alemana de la investigación. La justicia alemana se basa en las búsquedas realizadas por el copiloto entre el 16 y el 23 de marzo en una tableta incautada en uno de sus domicilios.
“La segunda caja negra (D.F.D.R. Digital Flight Data Recorder) fue encontrada por los investigadores en el lugar del siniestro”, declaró por su parte en un comunicado el fiscal de Marsella, Brice Robin. Esta caja negra contiene “500 parámetros” de vuelo, entre ellos la velocidad, la altura o la potencia de los motores del avión, que partió el 24 de marzo de Barcelona (España) rumbo a Düsseldorf (Alemania).
El hallazgo de este segundo dispositivo, cuyo estado podría facilitar su análisis, permitirá acelerar las investigaciones, precisó poco después Robin en una rueda de prensa en Marsella (sureste).
El análisis de la primera caja negra, hallada justo después del siniestro, puso a los investigadores sobre la pista de un presunto encierro intencionado en la cabina de Lubitz, de 27 años, quien habría precipitado el avión voluntariamente contra una montaña en el sur de los Alpes franceses.
Los presidentes de Lufthansa y de Germanwings, Carsten Spohr y Thomas Winkelmann, llegaron el miércoles por la mañana a la zona de la catástrofe, donde rindieron homenaje a las víctimas y mostraron su apoyo a las familias.
La tragedia aérea ha obligado a varias compañías aéreas en el mundo, entre ellas la franco-holandesa Air France-KLM, a instaurar la política de dos personas en la cabina de sus aviones en todo momento, tal y como recomendó la Agencia Europea de Seguridad Aérea tras el siniestro del A320 de Germanwings.
En Alemania, Lufthansa afirmó haber transmitido a la fiscalía de Düsseldorf (oeste) los documentos adicionales que confirman que el copiloto del avión de Germanwings había informado a la aerolínea en 2009 de que había sufrido una depresión severa.
Hasta ahora, la compañía alemana había defendido que este hombre había interrumpido su formación durante “varios meses” hace seis años, pero no reveló las causas de esta interrupción.