Inició el peregrinar de pignorantes a casas de empeño de la ciudad a consecuencia de la “cruda económica” que les dejó el año viejo, aunado a los efectos de la escalada de precios por la llamada “cuesta de enero”.
En un recorrido por las casas de empeño ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, más de ocho dedicadas a préstamos prendarios y de electrónicos, fue notable el número de personas que formaban filas hacia la ventanilla de empeños.
Esa misma imagen se observó en las sucursales 45 y de Nacional Monte Piedad, ubicadas en esta ciudad, ubicadas –la primera- sobre el Circuito Baluartes y la otra en la avenida Álvaro Obregón.
En su mayoría los usuarios de las casas de empeño arriban con todo tipo de alhajas para empeñar y alguno que otro electrónico, sobre laptops e incluso comienzan a “desfilar” las novedosas tablets.
Ante ello, la Procuraduría Federal del Consumidor exhortó que antes de realizar cualquier tipo de operación de empeño es importante solicitar toda la información necesaria al establecimiento, sobre las condiciones de pagos, principalmente, en los rubros de plazos, tasa de interés y recargos.
Recordó que de manera continua y aleatoria realiza inspecciones este tipo de negocios que se han multiplicado en la capital del estado en los últimos tres años. De igual forma, precisó que cuenta con un número de registro que otorga para garantizar la legalidad y buen funcionamiento de la casa de empeño por lo que recomendó preguntar a la casa de empeño a la que acuda pregunta si cuenta con este.
Las sanciones a irregularidades en casas de empeño pueden rebasar el millón 700 mil pesos, dependiendo la falta; y están sujetas a verificaciones todas las casas comerciales de empeños a excepción de Nacional Monte de Piedad por tratarse de una Institución de Asistencia Privada, no constituida con fines de lucro.