Personas que habitan la zona urbana son quienes presentan mayormente indicios de depresión que concluyen en suicidios, muy por encima de quienes habitan las comunidades rurales, siendo uno de los factores principales que en los lugares pequeños las familias se mantienen más unidad, así lo explicó Sheyla Artemisa López Dado, coordinadora de Atención a la Infancia y Adolescencia de la Secretaría de Salud.
Reveló que de los ocho mil pacientes atendidos en los centros de salud de los municipios, el 5 por ciento han arrojado problemas depresivos, de ellos, la mayoría son de la ciudad, siendo el municipio de Campeche donde más casos se dan.
“Esto se debe a la condición de vida por la cual atraviesan las personas de los pueblos indígenas, puesto que en la mayoría de las ocasiones pasan mucho más tiempo cerca de los suyos, debido al estilo y costumbres tradicionales que aún conservan, como, reunirse en familia a almorzar, platicar a las afueras de sus domicilios mientras toman el fresco, todo ello abona a que se refuercen los lazos familiares”.
En contraste, dijo que en la ciudad la vida agitada envuelve a los ciudadanos, quienes la mayoría de las ocasiones tienen horarios cargados de trabajo y en muy pocas ocasiones se dan tiempo de tener comunicación con la familia, en cambio, en la comunidades rurales en familia trabajan en el campo.