De acuerdo a un informe difundido en el Reino Unido, un total de 390 miembros de la Iglesia de Inglaterra, entre ellos obispos, han sido condenados por abusos a niños o personas vulnerables entre la década de 1940 y 2018.
La Investigación Independiente de Abusos Sexuales Infantiles (IICSA, en inglés), constituida en 2015 para examinar posibles delitos en instituciones estatales, precisó que en 2018, las diócesis recibieron 449 denuncias de presuntos abusos y 2.504 sobre carencias en la protección a menores.
“Durante décadas, la Iglesia Anglicana no protegió a los niños y jóvenes de abusadores sexuales y, en cambio, propició una cultura en la que los perpetradores podían esconderse”, señaló IICSA.
El informe precisa que en Gales la comunión anglicana ni siquiera ha conservado registros suficientes que permitan examinar los posibles abusos cometidos en el pasado.