La oposición venezolana, animada por la marcha multitudinaria de la semana pasada, volverá el miércoles a las calles esta vez no solo en Caracas sino en las regiones, para reclamar un referendo revocatorio contra Nicolás Maduro, quien encara un creciente descontento popular.
La movilización, que tendrá contramarchas chavistas también en todo el país, se hará hacia las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) en un clima de tensión tras varios arrestos, que la oposición denuncia como “persecución” y “represión” y según el gobierno buscan frenar la violencia y un golpe de estado.
El protagonismo lo van a tener las regiones, ya Caracas lo tuvo. Buscamos acelerar la solución política y electoral a esta crisis, dijo el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, al aludir a una multitudinaria manifestación realizada la semana pasada en la capital.
Y es que la oposición ve el referendo cómo única salida a la crisis económica y espera que el malestar de la gente por las filas en los supermercados para conseguir productos básicos y por la inflación -que el FMI proyecta en 720% este año- ayuden a calentar las calles para presionar al CNE a que haga la consulta este año.
Por su parte, buscando ganar tiempo, el gobierno aceleró planes de abastecimiento de productos básicos con el apoyo de los militares, y mantiene en el CNE y en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambos acusados de servir al chavismo, una serie de demandas contra la oposición, incluida la posibilidad de levantar la inmunidad a los diputados, mayoritariamente de la MUD.