Una joven señaló que en la planchaduría donde la tenían retenida, ubicada en el Distrito Federal, le daban de comer una vez al día y muy poco. Asimismo refirió que para mitigar el hambre comía el plástico con el que cubría las prendas de vestir.
Agregó que cuando pretendía apoyarse en la plancha para descansar un poco, era golpeada e incluso le quemaban la espalda con la plancha y que cuando las heridas cicatrizaban, le arrancaban las costras.
La mujer logró escapar luego de que uno de los captores, no le pusiera bien la cadenas.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó que la joven de 22 años de edad, estuvo encadenada por dos años en una planchaduría donde había solicitado empleo e incluso le ofrecieron que viviera en el lugar.
No obstante, los dueños del negocio la acusaron de robo, por lo que, dejaron de pagarle y la obligaron a quedarse.
Fueron detenidas cinco personas, asimismo las autoridades informaron que es el primer caso de este tipo que se registra en el Estado de México.