De nueva cuenta, el conflicto magisterial en rechazo a la Reforma Educativa y las manifestaciones de protesta, fueron motivo de debate entre diputados del PRI, PT, PRD y el diputado independiente Manuel Zavala Salazar, e incluso de ofensas y alusiones personales, para hacer del recinto oficial de sesiones un mercado, en el que el que más grita es el que más se escucha.
Con su actuación, los legisladores locales, violentaron la Ley Orgánica del Congreso del Estado, es decir, la norma que rige de manera interna a ese cuerpo colegiado, en lo establecido en el artículo 48 de las Obligaciones de los Diputados, en sus fracciones XIII y XIV, sin que el presidente de la mesa directiva atinara a reaccionar para establecer el orden en los trabajos camerales.
Con la asistencia de los 35 diputados que integran la LXI Legislatura, luego de declarar el quórum legal y declarar instalado el primer periodo ordinario de sesiones del segundo año de ejercicio constitucional, se dio a conocer el listado de los asuntos pendientes de resolver que la Diputación Permanente envió para su trámite a la Mesa Directiva, un total de 101 asuntos.
Posteriormente, en el punto de asuntos generales, con la sola intervención en la máxima tribuna del presidente de la Junta de Gobierno, Edgar Hernández Hernández, se esperaba concluyeran los trabajos camerales, sin embargo, no fue así.
Luego de su intervención en la que ponderó el trabajo realizado en un año y que los logros eran de todos, pero también es responsabilidad de todos resolver lo que falta por hacer y que tienen que fortalecer el trabajo coordinado con los diferentes órdenes de Gobierno.
Dijo también que en los dos años que restan tendrán que ser muy precisos y cuidadosos de lo que aprueben porque toda ley o reforma será de obligatoria observancia para todos.
El debate-enfrentamiento surgió luego de que Hernández Hernández señalara que el Congreso es una institución política que está sujeta al juicio cotidiano de la ciudadanía, que los obliga a una permanente autocritica y auto evaluación.
-Otra cosa muy distinta es la auto denigración que a nada conduce y sólo ofende y denigra a quien la expresa –indicó.
Esto fue suficiente para que el diputado independiente Manuel Zavala Salazar pidiera el uso de la máxima tribuna para “hechos”, es decir, para responder a los comentarios de quien lo antecedió en la palabra.
Zavala Salazar se refirió al regreso del PRI a Los Pinos, de la falta de avances sustanciales, y de que se comprometió a velar por el pueblo de Campeche, “Mentiras”.
Agregó que “para consuelo del PAN, estamos peor”, que se entramparon en el Pacto por México y les “dio el mal de la reformitis”, lo que fue la pauta para hablar de la Reforma Educativa, y de refrendar su apoyo solidario a los maestros “que luchan por la dignidad del magisterio”.
Arremetió entonces contra el gobierno del Estado de Campeche, al que llamó “porro” por el uso de la fuerza pública; calificó de entregados a los dirigentes del SNT, sumisos y de traicionar a la base y obedecer la “línea gubernamental”, por lo que entregó a la Mesa Directiva, copia del oficio de solicitud del 2012 y 2013 signado por el secretario del SNTE y anexo con la lista de los maestros comisionados” que seguramente siguen cobrando indebidamente y si esto no es corrupción, ustedes dirán”.
Preparados para responder, en voz de Miguel García Escalante, la bancada priísta llamó traidor a Zavala Salazar, falso redentor, plañidera del desorden, entre otros adjetivos nada edificantes, lo que divertía y entretenía a los presentes quienes esperaban la respuesta inmediata del aludido.
No regresó “limpio” a su curul. La petista Ana María López Hernández lo acusó de subir sólo a leer un documento que no elaboró y de no saber leer, para luego concretarse a hablar del problema magisterial.
¡El espectáculo había comenzado!, para entretenimiento de propios y extraños y sin que el presidente de la Mesa Directiva atinara a reaccionar y aplicar la Ley Orgánica del Congreso del Estado, violentada una y otra vez, y optar mejor por ser un espectador más pues sus escasos llamados al orden fueron ignorados olímpicamente por sus homólogos.
Con aplausos, la bancada priísta celebraba lo dicho por su orador en la máxima tribuna e incluso los pronunciamientos del panalista Mario Tun Santoyo, que acusó a Zavala Salazar de querer sacar raja política del conflicto magisterial y acusó a Morena y a su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, de estar atrás del movimiento.
El Diputado Independiente, así como la representante legislativa del PT y el perredista Ana María López Hernández e Ismael Canul Canul, respectivamente, tenían sus simpatías entre el público pero también de algunos de sus militantes y dirigentes.
Los señalamientos, insultos, alusiones personales, adjetivos, acusaciones y denostaciones, se dieron sin recato alguno por varios de los oradores, quienes a cambio también recibieron expresiones onomatopeyas de periodistas, representantes populares, público y personal del Congreso, no exentas de diversión, pero también reprobando su actuación en la tribuna o en su curul.
El debate inicial por la reforma educativa y el movimiento magisterial, perdió presencia y fuerza para dar paso a la confrontación entre Zavala Salazar y el priísta Jesús Quiñones Loez, abogado de profesión y contestatario de la grupo parlamentario del PRI cuando de aspectos jurídicos se trata.
Sin ocultar un gesto de diversión, Quiñonez Loeza escuchaba con atención los pronunciamientos de sus adversarios políticos, y como se esperaba, fueron él y Zavala Salazar los últimos en subir a la tribuna, aunque sus intervenciones amenazaron con llegar a la violencia física al llegar a los gritos, el primero desde la máxima tribuna y el segundo, desde su curul, manoteando y señalando.
Quiñonez Loeza indicó de entrada “auto denigrar es escupir para arriba como hace mi compañero diputado independiente, huérfano político Manuel Zavala Salazar, y escupe para arriba porque hace un momento comenta que este Congreso únicamente es Oficialía de Partes, que no esperen nada del Congreso”.
“Solo quiero recordar que más del 70 por ciento de las iniciativas aprobadas fueron por unanimidad, y eso significa que cuentan todos y cada uno de los 35 diputados que estamos aquí, incluyendo por supuesto al diputado hoy independiente. ¡Eso, eso, es escupir para arriba! ¡Que se puede esperar de una persona que traiciona a su partido y que al día de hoy es diputado independiente y que el Partido que le dio la diputación, al día de hoy no tiene representación en este Congreso del Estado. Por supuesto que no podemos esperar nada de un diputado así”, declaró el legislador chenero.
En premio, fue vitoreado por sus homólogos priístas.
Continuó diciendo: “En lugar de encabezar las luchas sociales, que les hable con la verdad a esas personas que están en una lucha social. Por qué mejor en lugar de estar ahí, están los videos y las fotos, azuzando a la represión como bien comenta, o al conflicto social, va y comenta con ellos de los alcances de la ley, como diputado debe conocer muy bien y, como abogado, aún mejor”.
Desde su curul, Zavala Salazar le pidió discutir dicha ley, mientras el presidente de la Mesa Directiva, Jorge de Miera Lara, les pedía orden y compostura, cuya voz acallaban los propios diputados, y el público.
Quiñonez Loeza retó a Zavala Salazar, al que de nueva cuenta llamo huérfano político, para que “¡con la ley en la mano, suba a esta tribuna y me diga la fundamentación en dónde están los agravios para el magisterio, en donde están los agravios para todos y cada uno de los maestros!”, gritaba.
“Aquí en esta tribuna, no solo hay que tener lengua para hablar! Aparte de ese órgano del cuerpo se necesitan dos cosas… calidad y solvencia moral en donde todas y cada una de las afirmaciones vayan siempre apegadas a la realidad, vayan siempre apegadas a lo que establecen nuestras leyes, nuestras normas –dijo y agregó que en el recinto oficial no se viene a decir lo que se quiere o piense, sino “aquí venimos a legislar y cuando se trata de leyes que ya están aprobadas como la reforma educativa, hay que hablar con la verdad, con la ley en la mano”, señaló Quiñonez Loeza .
Sin embargo, no fue el de la última palabra.
Rápidamente, Zavala Salazar regresó a la tribuna para señalar que marchó ante más de cien mil mexicanos y no lo arropa “su partido corrupto y represor”.
“Me avergüenza que usted, como joven, haya sido absorbido por ese pulpo del Partido históricamente represor; prefiero tener el arrope de la gente de afuera, que me califique”.
Le señaló a Quiñonez que conocía sus motivos para hablar como lo hizo: “te interesa la Alcadía de Hopelchén, quieres quedar bien con tu jefe del cuarto piso, estás buscando que te congracien y ya te sientes hasta Alcalde porque por eso vas dando baloncitos al municipio más jodido de este Estado”.
Su respuesta le valió el aplauso de los presentes, que ya no ocultaban su diversión.
Zavala Salazar continuó diciendo que está claro que una ley cuando está aprobada solo puede vetarla el Presidente, o derogar el Presidente, y le reviró el reto al recordarle que lo invitó a recorrer Hopelchén, pero hacerlo con Notario.
“Pero tu vas ahorita conmigo al Sindicato, tu pediste hablar de leyes, les explicas a ellos lo que dices que yo les he mentido porque ni siquiera me he metido con la base del Magisterio. He hablado con un comité, les he dicho que defiendan sus derechos, no tengan miedo, pero tampoco caigan en la violencia”.
“Mi calidad moral: en 14 años de hacer política, creo que está intachable. Nadie de tu Partido me puede decir a mí, que me dan un quinto partido por la mitad pagándome un voto, pagándome bajo consigna. ¡Jamás lo voy a hacer, diputado, jamás! Y por eso hoy puedo hablar con toda integridad y calidad moral, que es lo que aquí me motiva para estar y decirles en su cara que ustedes, lamentablemente, representan a una cúpula que tienen sometido bajo el yugo, al pueblo de México y quiere tener bajo el yugo al magisterio”.
“Aquí, que me califiquen y digan, adelante. Los aplausos, no me interesa! ¡Me interesa decir mi verdad, la sostengo, la firmo y se las digo a ustedes en su cara!”, espetó el legislador independiente.
No hubo réplica, sólo se escuchó el grito de una mujer del público: ¡parece un mercado!