Bajo el nombre de “técnicas de interrogación mejorada” Estados Unidos pagó 80 millones de dólares a dos psicólogos militares para desarrollar los programas de tortura utilizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y que esta semana han sido revelados por el Senado de aquel país.
Se trata de James Mitchell y Bruce Jessen, ex sicólogos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quienes ya han sido identificados por la prensa como los autores intelectuales de métodos de tortura que ahora se han descubierto y que por muchos años trataron de ocultar.
El reporte del Comité Selecto de Inteligencia del Senado que investigó el Programa de Detención e Interrogación de la CIA, dado a conocer el martes, menciona a Mitchell y Jessen bajo el pseudónimo de Grayson Swigert y Hammond Dunbar.
Swigert y Dunbar desarrollaron el programa de técnicas de interrogación mejorada en contraposición al programa Sobrevivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE) que forma parte del entrenamiento al que se someten algunos militares estadounidenses.
El SERE ofrece a los soldados estadounidenses técnicas de sobrevivencia ante la eventualidad de ser prisioneros de guerra.
Según el reporte, Swigert describió 12 técnicas similares a las aplicadas por SERE para ser usadas en sospechosos de terrorismo incluyendo abofetear, confinamiento múltiple, permanecer de pie, uso de pañales, insectos y entierro simulado.
Michael Hyden, ex director de la CIA de 2004 al 2006, ha defendido el uso de esas formas de tortura como legales porque se han aplicado a los militares estadunidenses también.