“Comparto absolutamente la idea y la necesidad de que nos aseguremos de que quienes cometan y delincan en este tipo de situaciones paguen las consecuencias de su actuación inadecuada socialmente hablando”, manifestó el gobernador del Estado, Fernando Ortega Bernés, ante los hechos registrados en la colonia Leovigildo Gómez.
Sin embargo, señaló que muchos medios de comunicación han sobredimensionado este problema, “poniendo casi casi como una situación prácticamente de condición extraordinaria”.
Señaló que el pasado domingo recibió el reporte de la detención de un grupo de jóvenes, algunos de 18 años hijos de familias de clase media, quienes fueron detenidos en el momento en el que estaban destruyendo cristales de vehículos.
“Hoy veo notas en los que prácticamente algunos papás dicen que los niños estaban saliendo de una fiesta muy tranquilos y bueno aquí no podemos estar en una situación de confrontación entre lo que dice la autoridad y lo que dicen los jóvenes, yo entiendo a los papás, pero el domingo pasado yo di instrucciones de ser muy severos en la aplicación de la ley. Hoy se señala que fueron objeto de acciones muy duras, la verdad es que yo instruí al secretario de Seguridad Pública para que en determinado momento la pena de estos jóvenes al haber sido detenidos ahorita que hace falta tanto bacheo recoger tanta basura, pues que se cumplan también actividades sociales correctivas”, dijo.
Manifestó que las tareas correctivas, entre esto hacer trabajo social no está de más, sin embargo, aseveró que los padres de familia deben revisar sus acciones y estar atentos a las conductas de sus jóvenes.
“Yo quiero comentar que a propósito de la renovación de las autoridades municipales que vienen, que el Gobierno del Estado va a promover una campaña no contra los antros, no contra las cantinas, sino para que el cumplimiento de las obligaciones que todos los negocios o los giros relacionados con la venta de bebidas alcohólicas pero también los que actúan clandestinamente se atengan a las consecuencias de la ley”.
Calificó de imposible, que los padres de familia no impongan las medidas de orden que son indispensables para cuidar la conducta de sus hijos.