Un comentario que ha ocasionado opiniones encontradas, fue el del presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, candidato a la reelección en las elecciones del próximo 31 de julio, quien declaró que los homosexuales “merecen ser castrados”.
Según declaró el diario estatal Chronicle, el mandatario señaló “Si fuera por mí, me aseguraría de que (los homosexuales) van derechos al infierno y se pudren”.
Varios analistas estimaron que la retórica homófoba del presidente zimbabwense busca captar votos para los inminentes comicios en las zonas rurales, marcadamente conservadoras, y fieles seguidoras de su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF).
No es la primera vez que Mugabe realiza comentarios de este tipo en contra del colectivo homosexual y transexual.
En abril de 2011, por ejemplo, Mugabe, de 89 años, aseguró no estar preocupado por “las tendencias europeas y las cosas antinaturales que pasan allí, donde transforman hombres en mujeres y mujeres en hombres”.
“Es la elección de los británicos. Si ahora quieren llamar a su país ‘Reino Gay Unido’ es su problema, pero eso no sucederá aquí”, agregó entonces el mandatario zimbabwense.
En la actualidad, muchos países africanos consideran ilegal la homosexualidad, y las autoridades, como en el caso de Uganda, han hecho declaraciones en términos muy agresivos contra esos colectivos.