La tormenta Laura dejó al menos 24 muertos y afectó a miles de viviendas, así como a infraestructura eléctrica en los países del Caribe.
Brigadas de trabajadores están reparando postes de energía derribados, cortando árboles que bloqueaban carreteras y ajustando los techos después de que la tormenta azotara los países más grandes de la región.
Laura causó el mayor daño en Haití, donde la preparación es débil mientras que la deforestación ha dejado al país vulnerable a inundaciones y deslizamientos de tierra cuando hay fuertes lluvias.
Al menos 21 personas fallecieron en Haití, principalmente por las inundaciones repentinas que convirtieron las carreteras en ríos embravecidos. Un total de 198 familias quedaron sin hogar, según la Oficina de Protección Civil.
Cinco personas continuaban el martes desaparecidas, incluida una mujer cuyo bebé fue encontrado ya muerto luego de que su automóvil se atascara en una inundación.
Los lugareños temen que Laura sea solo un pequeño adelanto de lo que está por venir, ya que la temporada de huracanes suele alcanzar su punto máximo en septiembre.
El Caribe ha experimentado cuatro huracanes categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson en los últimos cuatro años, incluido Matthew, que causó la muerte de más de 500 personas en Haití.