La denuncia interpuesta ante la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco) y oficinas centrales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de una supuesta fiesta realizada en la zona arqueológica “El Rombo” en el municipio de Calakmul, ha llegado hasta la Secretaría de la Función Pública (SFP).
La titular de la dependencia federal, Lirio Suárez Améndola, explicó que será la SFP a quien corresponderá realizar la investigación y determinar si existe alguna responsabilidad, pero sobretodo averiguar si en efecto, se llevó a cabo dicha reunión.
En conferencia de prensa, la funcionaria federal justificó su hermetismo bajo el argumento de que al haberse iniciado una investigación, no puede emitir declaración alguna que atente contra la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
“Hoy se instauro el procedimiento a raíz de la denuncia de Luis Antonio Che Cu, por ahora y por cuestiones de ley no puedo dar ninguna respuesta porque entorpece la investigación, pero tengo la conciencia tranquila y cuando termine el procedimiento la responsabilidad se aplicará a quien tenga algo que pagar”, indicó.
Reconoció que en las zonas arqueológicas se han realizado diversos eventos culturales, “ya sea por el corte inaugural de alguna exposición, por ejemplo la reunión de mayistas o alguna actividad cívica, pero fiestas como 15 años, bodas o bautizos, está totalmente prohibido”.
¿Pero se hacen brindis, existe alcohol? – Se le cuestionó – Convivios con brindis, si se permiten – reconoció.
Durante la comparecencia, el INAH contó con la presencia de la Notaria Pública, Fany Maldonado quien dio fe de que no se manipule la información y llegue íntegra a oficinas centrales y aunque dijo que no existe un tiempo para determinar si hay responsabilidad, señaló que está abierta al escrutinio.