A través de un comunicado, Greenpeace México manifestó que las graves inundaciones registradas en la Península de Yucatán demuestran cómo el cambio climático pone en riesgo la integridad ambiental de la zona y del país en su conjunto.
Indicó que esta área es fundamental para la captura de carbono y la recarga de agua a nivel nacional.
Viridiana Lázaro, especialista en agricultura y cambio climático de Greenpeace México, indicó que por el cambio climático, las tormentas son cada vez más frecuentes y violentas, lo que causa daños severos en las comunidades más vulnerables.
Advirtió que las tormentas tropicales “Amanda” y “Cristóbal”, provocaron daños en la región de los Chenes, Campeche, y se perdieron, por lo menos el 80 por ciento de los apiarios y parcelas de familias campesinas organizadas en cooperativas.
“Los daños representan el ejemplo de cómo el cambio climático derivado del incremento en la temperatura del planeta, los grandes proyectos de infraestructura como el Tren Maya y la proliferación de la agricultura industrial, entre otros, está afectando seriamente el delicado equilibrio ecológico de la Península”, expuso.
“México necesita políticas públicas que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar la pérdida masiva y acelerada de la biodiversidad, es urgente una transición hacia un modelo sostenible que incluya la agroecología, el apoyo a los productores locales y el comercio justo”, señaló Viridiana Lázaro.
Exhortó al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a poner a las personas y al medio ambiente como prioridad en la recuperación económica del país.