El grupo de jóvenes mayas, Pak’al Grün, del municipio de Hopelchén, Campeche ganó el concurso nacional “Rompe con el Cambio Climático, 2014”. En esta edición se registró el mayor número de participantes que fue de 213 proyectos de las 31 entidades federativas de México. Fueron cuatro los proyectos premiados en cuatro categorías distintas y su proyecto resultó ganador en la categoría de Trabajo de campo. Cada equipo ganador recibió un premio de 75 mil pesos que deberán destinar a la continuación de sus proyectos, así como un viaje para dos de sus integrantes a una reserva ecológica nacional.
La premiación se llevó a cabo en la sede de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la ciudad de México y estuvo a cargo de su titular Juan José Guerra Abud. El equipo escogido para ofrecer el discurso por parte de los equipos ganadores fue Pak’al Grün (Siembra Verde –en maya y alemán respectivamente–) y está integrado por los biólogos Raymunda Isabel Huchín Poot, Roberto Jesús Chan Te, Emi Guadalupe Huchín Poot y Juan Emmanuel Chan Te, todos ellos mayas del municipio de Hopelchén, Campeche.
El equipo Pak’al Grün hizo un llamado a las autoridades nacionales y estatales para que dejen de destinar recursos multimillonarios al modelo basado en agrotóxicos y que canalicen esos recursos al impulso de un modelo agrícola sustentable que no dañe la economía, la salud y el medioambiente.
El proyecto que han echado a andar tiene la misión de resolver los problemas en el municipio de Hopelchén, derivados del modelo convencional de producción agrícola –basado en insumos químicos y monocultivo–, tales como daños a la salud y la economía de los productores, así como al medioambiente.
El objetivo del proyecto es que los agricultores mayas y menonitas del municipio de Hopelchén, cambien su modelo de producción convencional, por un modelo sustentable basado en insumos orgánicos y prácticas agroecológicas. Si el objetivo se logra, se podría, entre otras ventajas, evitar anualmente una liberación de 40 mil toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera, una fuga de 150 millones de pesos y una afectación inconmensurable a la salud de la población y de la biodiversidad debida al uso masivo de agrotóxicos.
“Al no existir en la zona programas que alerten sobre los riesgos a la salud y el medioambiente que conlleva el modelo convencional, ni que combatan los daños que éste ocasiona, se nos hizo urgente la necesidad de echar a andar un proyecto que sí lo haga –comentó Isabel Huchín– y además tiene la virtud de crear una nueva forma de aproximación entre ambos grupos que rompe con las barreras culturales y nos acerca, creando la posibilidad de construir sinergias que desemboquen en la instrumentación de prácticas agrícolas sustentables”.
“Gracias a esta iniciativa, hoy en día ya existen productores de ambos grupos en vías de convertirse en orgánicos que están siendo ejemplo y prueba para otros miembros de sus comunidades, de que los modelos sustentables de producción aportan beneficios concretos a su salud, su economía y el medioambiente” agregó Roberto Chan.