La ambición del grupo de priistas en el poder llevó al partido a la perdición ya que se olvidaron de los principios y del pueblo, lo que se cobró la ciudadanía en las urnas dejando al tricolor en la más humillante derrota, señaló el presidente del Grupo Resurgimiento “Pedro Sainz de Baranda”, José Castillo Dzib.
Un partido dividido es el que se tiene actualmente en el que prevalecen los antiguos políticos, los priistas de cepa que reprochan el actuar de quienes se dicen priistas modernos con una nueva visión que no favoreció el pasado 6 de junio.
“Hay muchas deudas que pagar, el partido está comprometido, el propio gobierno lo está, apostaron todo y no se ganó, no supieron administrar este instituto político que tanto costó levantar en su momento, ahora ya no hay futuro”.
Reconoció que el partido tendría que comenzar de cero, pero que nada le asegura la subsistencia ya que para muchos está prácticamente sepultado, pero el trasfondo es peor de lo que los campechanos logran ver.