Un estudio reciente informó que la ivermectina se utilizó con éxito in vitro para el tratamiento del SARS-CoV-2 en células infectadas experimentalmente y dos publicaciones preimpresas sobre estudios clínicos observacionales informaron la aparente utilidad de la ivermectina para tratar pacientes con COVID-19 que requirieron ventilación mecánica.
Ninguno de estos estudios fue revisado ni publicado formalmente y uno de ellos fue retirado posteriormente. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) compiló una base de datos de evidencia de posibles terapias para COVID-19, para la cual se realizó una revisión rápida de todos los estudios humanos in vitro (laboratorio) e in vivo (clínicos) de COVID-19 publicados de enero a mayo de 2020.
La revisión concluyó que los estudios sobre ivermectina tenían un alto riesgo de sesgo, muy poca certeza de evidencia y que la evidencia existente es insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños.
La ivermectina se está usando incorrectamente para el tratamiento de COVID-19, sin ninguna evidencia científica de su eficacia y seguridad para el tratamiento de esta enfermedad.
Por todas las razones mencionadas y, de acuerdo con la posición de OPS sobre el uso de medicamentos para COVID-19 sin evidencia sobre su beneficio, la OPS desaconseja firmemente el uso de ivermectina para cualquier otro fin diferente de aquellos para los que está debidamente autorizado.