El cubrebocas dejó de ser un producto exclusivo de venta en farmacias para convertirse en un negocio alternativo para quienes perdieron sus empleos durante la pandemia, reveló el economista José Celis Pérez.
Manifestó que si bien este tipo de comercio en su mayoría es informal, ha beneficiado a decenas de familias quienes con ingenio han ido cambiando el material, diseño y otros aspectos de este elementos esencial durante la pandemia.
Explicó que al ser el cubrebocas un producto utilizado por más del 90 por ciento de la población, las ventas se dispararon en los últimos meses, lo que ha provocado que la economía se diversifique y no caiga totalmente.
Subrayó que estos negocios no favorecen a la recaudación del estado, pero sí a las familias, “muchos perdieron sus empleos, otros negocios cerraron por no estar dentro de los esenciales y la venta del cubrebocas y otros productos que exige la pandemia fue una gran solución”.