López Obrador declaró en un mitin junto a los representante de las izquierdas progresistas que impugnará la elección por considerarla viciada de origen.
Dijo tener pruebas del dispendio ejercido en la campaña de Enrique Peña Nieto, de la compra de votos y del patrocinio de las televisoras hacia la imagen del candidato del PRI.
Con un tono bastante mesurado explicó que buscará responsablemente agotar todas las instancias legales a su alcance para revertir los resultados de la elección.
A pregunta expresa contestó que no haría plantones como los que encabezó en el 2006 en la Av. Reforma de la ciudad de México.
A sus simpatizantes los convocó a aportar pruebas de anomalías supuestamente cometidas durante y después de la jornada electoral, y les pidió “no bajar la guardia y estar pendientes” del cómputo definitivo de carácter oficial, que comienza el miércoles.
Hasta ahora, el Instituto Federal Electoral (IFE) sólo ha dado resultados preliminares, con los datos transmitidos por todas las mesas de votación, pero sólo a partir del miércoles se contarán en cada distrito todas y cada una de las actas de votación.
Los partidos también se reservan el derecho de volver a contar uno a uno los votos de determinado distrito.