Luego de reconocer la falta de organización y de equidad al interior del Partido Acción Nacional, Porfirio Gutiérrez Orozco se convirtió ayer en neo priìsta, tres años después de que fuera el rival de la hoy alcaldesa electa Ana Martha Escalante Castillo, en donde pasó sin pena ni gloria.
El que se afiliara fue una situación que nadie le pidió ni le sugirió.
En su registro en la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), nadie del Comité Directivo Estatal estuvo presente, incluso ni el personal de comunicación social del partido estaba enterado que Gutiérrez Orozco llegaría.
Acompañado de su familia, el ex panista se presentó al edificio del tricolor al punto de las diez de la mañana. Pasó desapercibido ante fotógrafos, camarógrafos y reporteros, pues a tres años de que contendió sin éxito por una curul en el Congreso del Estado, nadie se acordaba de él.
Él solo se acercó a la prensa a comentar el porqué de su presencia en la sede del Revolucionario Institucional, asegurando que un factor que lo hizo dejar el anonimato, pues estuvo tres años sin militar en ningún partido, “es la estructura del PRI y el que sí trabajan en equipo”.
El originario de Jalisco, ex vecino de la ciudad de Tijuana y ahora de la capital campechana, afirmó que no es de los ex panistas que hizo trabajo sucio a favor de los candidatos de la Coalición Compromiso por Campeche en la pasada jornada electoral.