Diana Patricia Padilla Paz, responsable Estatal del Programa Determinantes Personal de la Secretaría de Salud, alertó que la mala alimentación que se ha tenido durante muchos años, se ha convertido en la principal causa de las enfermedades crónicas no transmisibles y que al combinarse con una enfermedad infecciosa como el COVID-19 incrementan las complicaciones.
“Estas enfermedades presentes en la población campechana como sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión; son las responsables del deterioro del estado general de salud de las personas que las padecen”, expuso.
Llamó a evitar la adquisición de productos industrializados con altas cantidades de azúcares, grasas y sal, que son los principales responsables del sobrepeso y obesidad.
“Al tenerlos en casa es mayor la probabilidad de abusar de ellos; en su lugar hay que consumir productos naturales como las verduras y frutas bien lavadas y desinfectadas para su correcto almacenamiento, las cuales nos brindan vitaminas, minerales, agua y fibra, componentes esenciales para mejorar nuestra salud”.
Indicó que es importante la realización de alguna actividad física y/o recreativa para fortalecer los músculos, corazón y pulmones.
“Una buena alimentación es parte fundamental de un estilo de vida saludable, hacer 5 comidas al día, 3 comidas fuertes (desayuno, almuerzo y cena) y 2 colaciones (a media mañana y a media tarde), incluir verduras y frutas de temporada en cada comida, así como consumir agua simple, evitar las comidas fritas, empanizadas, capeadas, en su lugar preferir preparaciones como caldos, baño maría, asados, horneados”.
“También es muy importante no abusar de la sal para cocinar, en su lugar hay que preferir guisar los ingredientes (tomate, cebolla, ajo asado), incluir especias o hierbas de olor para darle un buen sabor a los alimentos sin abusar de la sal; así mismo es importante no consumir azucares simples y harinas refinadas presentes en la gran mayoría de alimentos industrializados como panecitos y refrescos embotellados”.