Por sufrir ataques epilépticos, uno de los grafiteros de la Muralla de Santa Rosa podría ser liberado, al menos es lo que pretende su progenitora Esmeralda Puch Juárez al acudir a la Procuraduría General de Justicia para tramitar un oficio en donde se deje en evidencia que el joven Jorge Amir Torres Puch, no puede ser juzgado por presentar deficiencias en su salud.
De acuerdo a lo manifestado por la madre del joven, su hijo está imposibilitado para ser sometido a un juicio, ya que padece hipercalsure idiopática y esclerosis hipeneurosis campal.
Señaló que después de haber sido presentado por la PGJ, Torres Puch presentó un ataque de epilepsia al momento de ser llevado a una de las celdas, lo que derivó en su trasladado al Hospital de Especialidades, donde se mantiene sedado.
“Mi hijo no está recibiendo los cuidados necesarios, por ello, se está tramitando un oficio con las pruebas, ayer no me quisieron aceptar esas pruebas donde avalan que él está enfermo y la atención medica no se la están queriendo ofrecer. Los judiciales están buscando inocentes para hacerlos culpables”, argumento Puch Juárez.
Indicó que su intención es trasladarlo a la Clínica del IMSS, ya que no cuenta con el recurso suficiente para pagar la cuenta en el Hospital General, donde al joven se le esposó a la cama, sin autorización de la PGJE, esto por el padecimiento que presenta.
“A mi hijo lo mantienen bajo los influjos de sedantes ya que ha sufrido 3 ataques epilépticos en menos de 24 horas. Él no está consiente, él no sabe ni que día es hoy, esta sedado para que no convulsione”, argumentó.
Sin responder cuestionamientos de las razones que llevaron a su hijo a realizar actos vandálicos, la madre del joven indicó que “padece muchas enfermedades, simplemente no se puede quedar con la ganas de orinar, tiene insuficiencia renal y ni siquiera un cómodo le podían pasar, lo están tratando como un delincuente en el mismo hospital”, señaló.